El
fragmento anterior de la obra se desarrolla al final del segundo acto tras un
acto lleno de discusiones entre las protagonistas en las que Adela revela su
amor por Pepe a Poncia y encuentran un retrato de éste en la cama de Martirio.
En la escena en cuestión, Adela y Martirio discuten por Pepe el Romano hasta
que entra la familia y dice que la hija de la librada tuvo un hijo y lo mató y
los pobladores deciden hacer justicia matándola.
En esta escena se puede apreciar
la reacción de Adela ante una frase de Bernarda:
“BERNARDA:
¡Acabar con ella antes que lleguen los guardias! ¡Carbón ardiendo en el sitio
de su pecado!
ADELA: (Cogiéndose
el vientre) ¡NO! ¡NO!”
La honradez externa e interna es lo que se ve cuando Adela se siente plenamente
identificada con lo que le pasa a la hija de la librada llegando incluso a
agarrarse el vientre como si se lo hicieran a ella. Esto se debe a un paralelismo de
la Honradez externa que Adela desea mantener para no sufrir las consecuencias
pero en su interior ella desea estar con Pepe y ahora puede ver lo que le puede
suceder.
Otro tema importante o central
es la interioridad y exterioridad que se ve cuando Bernarda Alba, la mujer que
mantiene el orden en el hogar, se transforma de una manera casi bestial cuando sale
al portal de su casa para logar la destrucción de aquella muchacha rompe la ley
social e incluso llegando a ignorar el momento en que una de sus hijas amenaza
con salir de la casa.
Por último, un tema importante
en La Casa de Bernarda Alba es la violencia que aparece en un montón de escenas
como la Hija de la Librada, Martirio con Adela durante el fragmento en análisis
y el desenlace de la obra por solo nombrar unos pocos.
En conclusión, la obra de Lorca
está repleta de oposiciones que se ven a lo largo de toda la obra y cuentan con
varios ejemplos. La escena se centra en la honra interna y externa de Adela
pero también hace hincapié en la interioridad y exterioridad